1- Busque la flecha indicadora.
2- Presione con el dedo pulgar hasta que el cartón del envase ceda.
3- Disimule. Soy un joven escritor que no tiene otra ocasión
que ésta de conectarse con las muchedumbres. Usted finja que sigue
abriendo este estúpido paquete y yo le diré algunas verdades.
4- Los vendedores de elixir nos convidan todos los días a
olvidar las penas y mantener jubiloso el ánimo. El Pensamiento Oficial
del Mundo ha decidido que una persona alegre es preferible a una triste.
5- La medicina aconseja cosmovisiones optimistas por creerlas más saludables. Al parecer, la verdad perjudica la función hepática.
6- Viene gente. Siga la línea de puntos en la dirección indicada por la flecha.
7- Escuche bien porque tenemos poco tiempo: la tristeza es la
única actitud posible que los compradores de este jabón pueden adoptar
ante un universo que no se les acomoda. Toda alegría no es más que un
olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida. Puede uno
reírse del cuento de los supositorios, pero éste es apenas un descanso
en el camino. Uno juega, retoza y refiere historias picarescas, solamente para no recordar que ha de morirse. Ese es el sentido original
de la palabra diversión: apartar, desviar, llamar la atención hacia una
cosa que no es la principal.
8- Conversar acerca de estos asuntos es considerado de la
peor educación. Los comerciantes se escandalizan, las personas
optimistas huyen despavoridas, los maximalistas declaran que la angustia
ante la muerte es un entretenimiento burgués y los escritores
comprometidos gritan que la preocupación metafísica es literatura de
evasión. Al respecto, mientras le recomiendo que no deje el paquete de
jabón al alcance de los niños, le juro que todo lo que se escribe es de
evasión, menos la metafísica: las noticias políticas, los libros de
sociología, los horarios del ferrocarril, los estudios sobre las
reservas de petróleo, no hacen más que apartarnos del tema central, que
es la muerte.
9- Calcule 100 gr de jabón por cada kilo de ropa sucia.
10- Cuanto más inteligente, profunda y sensible es una
persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza. Por eso,
las exhortaciones a la alegría suelen proponer la interrupción del
pensamiento: "es mejor no pensar..." Casi todos los aparatos y
artificios que el hombre ha inventado para producir alegría suspenden
toda reflexión: la pirotecnia, la música bailable, las cantinas de la
Boca, el metegol, los concursos de la televisión, las kermeses.
11- Separe la ropa blanca de la ropa de color. Y entienda que
la tristeza tiene más fuerza que la alegría: un hombre recibe dos
noticias, una buena y una mala. Supongamos que ha acertado en la
quiniela y que ha muerto su hermana. Si el hombre no es un canalla,
prevalecerá la tristeza. El premio no lo consolará de la desgracia. Byron decía que el recuerdo de una dicha pasada es triste, mientras que
el recuerdo de un pesar sigue siendo pesaroso.
12- No mezcle este jabón con otros productos y no haga caso
de los sofistas risueños. Tarde o temprano alguien le dirá: "Si un
problema tiene solución, no vale la pena preocuparse. Y si no la tiene,
¿qué se gana con la preocupación?". Confunde esta gente las arduas
cuestiones de la vida con las palabras cruzadas. La soledad, la
angustia, el desencuentro y la injusticia no son problemas sino
tragedias, y no es que uno se preocupe sino que se desespera. Lloraba
Solón la muerte de su hijo. Un amigo se acerca y le dice: -¿Por qué
lloras, si sabes que es inútil? —Por eso —contestó Solón— porque sé que
es inútil.
13- No está tan mal ser triste, señora. El que se entristece
se humilla, se rebaja, abandona el orgullo. Quien está triste se
ensimisma, piensa. La tristeza es hija y madre de la meditación. Participe del concurso "Vacaciones Sunlight" enviando este cupón por
correo.
14- Ahora que se fue el jabonero, aprovecharé para confesarle
que suelo elegir a mis amigos entre la gente triste. Y no vaya a creer
el ama de casa Sunlight que nuestras reuniones consistenen charlas
lacrimógenas. Nada de eso: concurrimos a bailongos atorrantes,
amanecemos en lugares desconocidos, cantamos canciones puercas, nos
enamoramos de mujeres desvergonzadas que revolean el escote y hacemos
sonar los timbres de las casas para luego darnos a la fuga. Los
muchachos tristes nos reímos mucho, le aseguro. Pero eso sí: a veces,
mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por las víctimas de
nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombrío y fraternal
en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a
uno para siempre. Es el gesto que significa "atención, muchachos, que
no me he olvidado de nada".
NOTA: Las instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight fueron rechazadas.
-Extracto del libro del fantasma de Alejandro Dolina-
Hace 11 horas
2 comentarios:
Genial como siempre Dolina. Esta una genialidad: Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida.
Un capo, esa que pusiste es tan así que me asusta.
Y me encanta el final:
Los muchachos tristes nos reímos mucho, le aseguro. Pero eso sí: a veces, mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por las víctimas de nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombrío y fraternal en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a uno para siempre. Es el gesto que significa "atención, muchachos, que no me he olvidado de nada".
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