Acordate de esa herida
que inmortalizaste en tu poema más triste
y más hermoso junto a los versos
más felices que dejaste de lado con la mañana.
Seguro tus ojos serán atardecer
y tus lágrimas vinagre y sal
condimentando el dolor .
Acordate de respirar
y el poema arderá en tu cicatriz
como una bandera
que se respeta pero que no libera
el grito que el alma, llena de revolución,
quiere dar.
Acordate de no acordarte
y si te acordás, con el tiempo,
lo olivdarás.
Hace 16 horas
0 comentarios:
Publicar un comentario